D E N U E V O

.

LAS PROMESAS ELECTORALES

Edición 141. 23 años ininterrumpido

Por: Abog. Gerardo Chaparro.

Ya empiezan a explotar las bombas en las reuniones políticas, lanzando candidatos muy amables y que prometen salvar la vida de cada paraguayo. Pero, bien sabemos que la realidad no es así, demás pruebas ya nos dieron de que una vez ganado el escaño ya desconoce hasta a su madre.

Nuestro país es más agrario que nuestros vecinos y aún persiste el feudalismo que acumula altos índices de inequidad, principalmente en la distribución de la tierra. Nuestra historia nos recuerda y retumba aún en nuestros oídos las características negativas de la estructura económica y social; como si esto fuera poco, tenemos presencia de la oligarquía concentrando a su conveniencia las pocas actividades agrarias como la producción de soja.

.

Ahí no más esta la política excluyente incapaz de responder a las demandas sociales, al contrario, pone en alza todos los productos y quienes sufren las míseras consecuencias son los más humildes asalariados o peones proletariados.

No es casual que la derecha política y el poder real, el económico, se hayan unificado más que nunca durante el gobierno de Fernando Lugo en defensa de los intereses latifundistas. De ellos derivan, todavía, la hegemonía política y la acumulación capitalista de riquezas.

Cárteles, drogas y poder real. Pero hace falta todavía un poco más para entender las raíces de la actual situación política, al parecer la ambición y sed de riqueza no conoce límites.

Siempre decimos que en nuestro país hay muchas personas honestas, cultas y capaces de manejas el destino del país pero no se presentan, esta escena se repite en cada elección y tratamos de recurrir a las urnas a elegir al menos peor. Pero qué podemos hacer, si el mismo pueblo paraguayo no respeta la ley, transgreden las leyes del tránsito y mínimamente busca “coimear” con la policía para evitar multas legales. ¿Cómo quedamos entonces?