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TRAVESURAS DEL COLE

NO QUERÍAMOS RENDIR, 
LA MATERIA NO TENÍA
LÓGICA NI MATEMÁTICA
(Enviado por un lector)
Estudiamos en uno de los mejores colegios de nuestra ciudad, aun así, teníamos un profesor a quien no lográbamos entender, quizás por su timbre de voz, la manera que explicaba, cualquier cosa surgía de esa clase menos entender, ¿acaso a alguien le gustó Lógica Matemática?

Una mañana nos tocó tomar la prueba sumativa de esta materia, pusimos predisposición para estudiar… ¡lo juro! Pero estábamos cada vez más lejos de comprender, ni las chicas podían ayudarse entre sí. Estábamos completamente huérfanos y algo se nos debía ocurrir.

Nuestra clase era la única en el pabellón, al lado del laboratorio de Química, entonces nos pusimos de acuerdo toda la clase y fuimos a comprar algo que podía servirnos para suspender la prueba. No estábamos seguros y si lo usaríamos ni cómo lo haríamos, éramos inocentes.

Faltaba unos minutos para la dichosa prueba y el profesor era muy puntual a su clase. Entonces hicimos correr el plan. Cuando vimos al profe que se dirigía hacia nuestro pabellón, rociamos el producto a lo largo del pasillo y entramos rápidamente a la clase. El profesor entro a clase asustado y tosiendo mucho, no podía hablar. Las compañeras empezaron a gritar y a toser, los varones también empezamos a toser, la clase estaba inundada de gas pimienta.
Se informó del tema al director general, a la directora del área y a la jefa del laboratorio. El profesor sospechó que algún reactivo explotó en el laboratorio. La jefa de laboratorio era la mamá de una compañera, la profesora al instante se dio cuenta de qué se trataba el hecho y qué sustancia era, pero para protegernos, se hizo de la desentendida y se calló.

La directora del BHC se vio obligada a llamar a las autoridades pertinentes e inmediatamente fuimos sorprendidos por las sirenas de varios camiones hidrantes, ambulancias y otros vehículos que no me acuerdo bien. Los bomberos llegaron con un equipamiento tipo Chernóbil, cada uno tenían gas oxígeno
para ingresar al laboratorio con el fin de descubrir el reactivo que quizás haya explotado, peligrando la salud y la integridad de los adolescentes.

Se produjo un tremendo lío, se movilizó al cuerpo de bomberos y otras autoridades, pero, por sobre todo ¡SE SUSPENDIÓ EL EXAMEN!
Hasta hoy, jamás se supo lo que paso en aquel 2009.