NUESTRO PLANETA AGONIZA
Editorial Edición 132
Por Beatriz Morel.
Insistimos con este tema ambiental para crear mayor
conciencia y evitar más contaminación del ambiente. Es muy fácil, sólo se debe
abstener de tirar las basuras al antojo, en caso de automovilistas pueden tener
una bolsa biodegradable en el interior de su vehículo para acumular sus
residuos. En caso de usuarios de buses también puede aguantarse en guardar su
basurita para cuando encuentre el lugar adecuado.
Ocurre a diario en el microcentro de Ciudad del Este, en
donde los comerciantes depositan sus basuras (plásticos y cartones) en plena
vía pública a merced de la gente que lo desparraman aún más. Horrible visual
presenta todas las tardes y supongo que, al desparramar las basuras, dificulta
el trabajo a los recolectores. Entonces pregunto: ¿Por qué la Municipalidad no
cuenta con tachos container para depositar los residuos? Además, no existe
ningún cartel indicador para concienciar a la gente de mantener limpia la
ciudad. Una ciudad limpia, no es aquella que más se limpia, sino aquella que se
ensucia menos.
Otra preocupación de varias organizaciones es la
contaminación de los cauces hídricos. Los vecinos de los arroyos que tenemos en
la región lo consideran un vertedero. El arroyo Amambay que riega el Lago de la
República y éste su vez alimenta a la ciudad con el líquido vital, muy
importante para toda la población esteña, sin embargo, arrastra a sus pasos
plásticos, latas, materiales orgánicos y todo tipo de residuos, además varias
mujeres aprovechan su caudal para lavar ropas, son actos criminales para
nuestra propia salud. Barrio San Rafael cuenta con un hermoso arroyo, pero
lleno de basuras y, conste que son los mismos vecinos que ensucian su arroyo,
sufren con cada subida del agua. Al tirar basuras en esas inmediaciones
facilitan la proliferación de mosquitos y alimañas, también enfermedades
respiratorias y dérmicas.
Existe una brigada de jóvenes voluntarios quienes comentaron
sus experiencias de limpieza del cauce del arroyo Saltito en Pdte. Franco. Este
grupo de personas trabajan todos los fines de semana en el mismo lugar.
Recolectan y tiran todas las basuras, pero para la semana siguiente se junta la
misma cantidad o más, la inconciencia de los vecinos es grande, hacen caso
omiso a las indicaciones que reciben. No procuran otro medio para deshacerse de
sus basuras, a estos criminales ecológicos le es más cómodo arrojar su basura
directamente al cauce del agua. Cuidar el planeta no es una moda, es una
necesidad y es urgente, de lo contrario nuestra salud corre peligro, varios
animales y plantas van por las sendas de la extinción y la mitad de la población
de la tierra aún no está enterada o no les conviene enterarse.
Están habilitados número de teléfonos para denunciar la
quema de basura que es otro delito ambiental muy grave que trae consecuencias
inmediatas a la salud de los más vulnerables. Las redes sociales prestan este
servicio de informar. Hagamos fuerza y en unión salvemos nuestro planeta.
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