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DESDE MI AULA


Edición 131. Tema Educación
Por: Prof. Juan Ramón González Pereira.

Es ineludible dejar de reflexionar sobre el medio ambiente desde nuestro rol de educador. Si no lo estamos haciendo, sencillamente estamos siendo irresponsable con la vida.


Más que nunca las destrucciones se están dando en gran escala en los recursos naturales, el hecho agravante, los grandes incendios forestales, que como si fuera poco, tiene la suma de la desconfianza de ser ocasionados intencionalmente por la cada vez irresponsable acción del hombre. Literalmente y al mismo tiempo paradójicamente el ser capaz de razonar, interpretar, discernir, se está destruyendo a sí mismo.

En los centros educativos debemos interpretar, preocuparnos y ocuparnos de las realidades nefastas que estamos viviendo. La educación en valores debe ser pilar en la formación de un ciudadano, acceder a información hoy no es un tema preocupante, hay una infinidad de maneras, rápidas, variadas y accesibles de poder hacerlo. Si es preocupante cuando una persona que en teoría es formada, pero su paradigma de vida, irresponsable, egoísta, destructiva, maliciosa y agresiva no se conlleva con los años de formación sistemática que se le ha proporcionado.

Esta realidad, nos debe impulsar a una reflexión y mínimamente preguntarnos, ¿estamos educando para la vida? A esta retórica yo me animaría a responder que no, seguimos conviviendo en sociedades sucias, descuidadas, con mucha basura, contaminación, destrucción, tala de árboles etc. etc.

El gran poeta paraguayo Hérib Campos Cervera, ya denunciaba y graficaba estos males en su inmortal obra "Balada para los árboles ausentes" y en uno de sus versos decía "la presencia de una ausencia" "los pájaros ya no tienen dónde colgar sus canciones" así también ya señalaba la impunidad con que quedan estos hechos, “huyeron los asesinos con sus hachas como espejos"

El Paraguay es un país maravilloso, con unos recursos naturales que, si bien ya han sufrido mucho daño, nos sigue regalando un hermoso colorido. Esto a más de poder brindarnos salud, puede ofrecer al país ingresos económicos importantes generados por el turismo. El currículum educativo de nuestro país contempla formar a un educando en la responsabilidad con su medio ambiente, la realidad delata el fracaso de ese ideal. Es tiempo de sacudirnos, preservar la vida, actuar con responsabilidad. Es un tema que nos urge y del cual no podemos eludir nuestra responsabilidad.

Vivir en el subdesarrollo no es un reto menor, aflorar de esta incómoda situación amerita esfuerzo, compromiso con el presente y garantías para el futuro. Las autoridades ya no pueden dejar de accionar en pos de la naturaleza, el imperativo de las leyes debe ser una realidad, la corrupción no nos puede seguir robando nuestros sueños.

Estamos en primavera, pero el aroma y el colorido de las flores ya no es igual, pareciera que lo atroz y lo lúgubre del invierno quiere trascender la línea del tiempo. No nos resignemos a seguir disfrutando de la primavera, ayudémosla a que pueda florecer, a que el mainumby siga danzando entre sus flores y que el eirete pueda encontrar su mejor materia prima en el polen de la flor.