USOS Y BENEFICIOS DE LA TOXINA BOTULÍNICA TIPO A
La toxina botulínica
tipo A es una proteína que actúa como relajante muscular, atenuando las arrugas
de expresión, pero también relajando el músculo excretor de las glándulas
sudoríparas, controlando el exceso de sudoración. Los efectos duran entre 4 y 5
meses, tiempo tras el cual se recupera la función muscular.
La toxina botulínica
tipo A es una proteína que actúa como relajante muscular, atenuando las arrugas
de expresión, pero también relajando el músculo excretor de las glándulas
sudoríparas, controlando el exceso de sudoración. Los efectos duran entre 4 y 5
meses, tiempo tras el cual se recupera la función muscular.
La toxina botulínica
tipo A no es una sustancia de relleno,
el tratamiento está indicado para atenuar las arrugas de expresión. Al
relajarse los músculos del área tratada, la piel circundante aparecerá más lisa
y con menos arrugas.
El paciente podrá
seguir expresando sus emociones, sonriendo, frunciendo el entrecejo y notando
como las arrugas circundantes al área tratada se suavizan y disminuyen de
profundidad.
Otra de las
indicaciones de tratamiento con toxina botulínica es la hiperhidrosis axilar,
palmar y plantar. De esta forma regula el exceso de sudoración mediante la
relajación del músculo excretor de las glándulas sudoríparas.
Los resultados se
aprecian a los pocos días de ser administrada la toxina botulínica tipo A. Cada
paciente presenta una respuesta diferente pero, en general, los efectos
comienzan entre el tercero y cuarto día, alcanzando el efecto máximo entre 7 y
14 días.
La duración media del
tratamiento se sitúa entre los 4 y los 5 meses después de los cuales se recupera
la función muscular progresivamente. Tras varios tratamientos las arrugas se
atenúan y los efectos tienen mayor duración en algunos pacientes, debido a un
posible efecto educador de la toxina botulínica tipo A sobre la musculatura
facial.
Para corregir las
arrugas de expresión los expertos en medicina estética recomiendan hacer un
tratamiento cada cuatro meses el primer año, para continuar con un tratamiento
cada seis meses a partir del segundo año. Los pacientes observarán al año de
tratamiento una disminución considerable de las arrugas de expresión más
marcadas y desaparición de las arrugas leves. A partir del segundo año de
tratamiento las sesiones se adecuarán a la mímica de cada paciente, siendo
suficiente la aplicación de la toxina botulínica de tipo A dos veces al año
para mantener los resultados. En cuanto al tratamiento de la hiperhidrosis
suele llevarse a cabo una sesión cada 6-7 meses.
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