Cuidado de las uñas encarnadas
Existen varios trastornos pequeños o poco serios pero desagradables para el ser humano; hongos, herpes, sarpullidos, etc. De entre éstos, podemos decir que las uñas encarnadas es uno de los peores. No sólo porque es algo molesto sino también poco estético y vistoso; podemos decir que las uñas encarnadas son la consecuencia de un fragmento de uña que se inserta dentro de la carne provocando una eventual inflamación y dolor.
DIVISIÓN DE ESTE TRASTORNO
a) Encarnación anterior (cuando la uña se encarna hacia adentro).
b) Encarnación lateral (es la más habitual).
En caso de sufrir una UÑA ENCARNADA, no es motivo de susto ya que, aunque parezca serio el problema, puede tratarse. Parece mentira, pero no es fácil determinar por qué este proceso natural de crecimiento de uñas se distorsiona y hace que la misma crezca de una forma irregular e inadecuado; lo que sí se puede determinar es qué es lo que hace que una uña ya crecida se encarne.
La CAUSA PRINCIPAL, de acuerdo a estudios realizados, es el uso de zapatos o calzados inadecuados, porque presionan los lados de las uñas y hace que las mismas se doblen dentro de la piel. las uñas que se cortan en los extremos o se pelan en el borde tienden a encarnarse; para evitar este inconveniente se deben cortar las uñas de forma recta de lado a lado.
TRATAMIENTOS PARA LAS UÑAS ENCARNADAS
Se puede tratar siempre y cuando nos demos cuenta de los síntomas a tiempo y no demoremos en realizar los cuidados. Cuando el problema recién comienza, lo más probable es que sólo necesitemos remojar el pie afectado en agua tibia durante 20 minutos y luego colocar algodón seco por debajo del extremo de la uña. En caso de que la situación empeore notaremos que el dolor se agudiza así como la hinchazón y el drenaje del área. Cuando la situación se torna inmanejable, se requiere de cirugía para remover la parte de la uña encarnada.
También puede optarse por el uso de antisépticos tópicos si divisamos la inflamación; el tratamiento se basa en antibióticos y antisépticos.
Algunas pedicuras utilizan ciertos métodos para desencarnar uñas de forma temporal hasta que la inflamación disminuya, luego cuando esto ocurre, cortan la uña como es debido.
Una vez que asistamos al médico y éste sea quien nos recomiende el procedimiento quirúrgico, estaremos expuestos a una serie de pasos; primero el médico cortará la uña a los largo del borde que está creciendo dentro de la piel arrancando el pedazo de uña.
Aplicará una descarga eléctrica o solución líquida a la parte expuesta, esto sirve para prevenir que la uña siga creciendo nuevamente dentro de la piel. Esta cirugía se conoce como "ablación". En la llamada "Intervención clásica", el médico despega la uña de la carne en su porción lateral cortando la raíz que provoca la encarnación de la misma, aquí se necesitarán puntos de sutura.
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