MUJER BELLA
Rituales a seguir todos los días
1/ La hidratación
Una crema hidratante tiene por objeto hidratar la piel en profundidad, pero también permite paliar las agresiones exteriores (frío, polución). Así, una piel correctamente hidratada será flexible y suave. Sobre una piel hidratada, el maquillaje dura más tiempo.
Consejo de uso: aplica tu crema hidratante por la mañana en la cara y el cuello, previamente lavados. A continuación haz que penetre en la piel masajeando delicadamente con la yema de los dedos.
2/ Indispensable: desmaquillarse
Es muy importante limpiar la piel cada noche para oxigenarla. En ese momento la piel está fresca, flexible y suave. Como todo producto para el rostro, elige tu desmaquillador en función de tu tipo de piel.
Consejo de uso: desmaquíllate mañana y noche para purificar tu piel. Según el producto que hayas escogido, necesitará, o no, aclararse. Aun así, si notas la piel grasa, aplícate un tónico para retirar el excedente de desmaquillador.
3/ La noche, el cuidado de la suavidad
Las fórmulas para aplicar por la noche mantienen y reparan la epidermis durante la noche. Con la tranquilidad nocturna, la epidermis realiza su actividad natural de regeneración celular.
Consejo de uso: una vez desmaquillada, haz que la crema penetre en la piel masajeando suavemente o con golpecitos.
La exfoliación es un cuidado de belleza indispensable para tener una piel saludable. Su objetivo es purificar la superficie de la piel mediante la eliminación de las células muertas que ahogan la epidermis. Al exfoliar la piel, se estimula su renovación celular y mejora su tonicidad y resplandor.
Consejo de uso: una o dos veces a la semana, aplica tu crema sobre la piel desmaquillada y húmeda con movimientos circulares, insistiendo en la frente, la nariz y el mentón. No olvides el cuello. A continuación, acláralo con abundante agua.
5/ La magia de la mascarilla
Una mascarilla no sólo actúa en la capa superficial de la piel, sino que limpia, purifica y le aporta confort y suavidad. Es un cuidado que regenera la piel en profundidad y le proporciona un resplandor máximo. Según las necesidades, existen diferentes tipos de mascarillas: hidratante, emoliente, calmante, astringente, antiarrugas o purificadora.
Consejo de uso: cuando sientas que tu piel está desequilibrada, aplica la mascarilla sobre la piel bien limpia y exfoliada. Respeta el tiempo de aplicación y aclárala con agua tibia.
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