NUESTROS EXPEDIENTES
Por el Abog. Gerardo Chaparro.
Es una historia de larga data el tema del amiguismo en el poder judicial. Están los abogados pasilleros que están todos los días y todo el día en el palacio de Justicia y ya son todos conocidos y por ende "amigos" de todos los funcionarios judiciales y, esta situación hace que los expedientes agilicen su finiquito.
Sin embargo cuando flor de desconocido aparece con una causa, casi seguro de que ese expediente se quedará por siempre en los cajones sin ningún adelanto. Es triste ver los negociados para conseguir "justicia" por un precio que no vale la pena, la verdadera justicia se encajona o se eterniza en el despacho del juez y el pobre que no puede "aceitar" debe esperar un tiempo largo si es que no caduca su causa y, eso no es por falta de diligencia ni urgimiento. A veces hasta se pierden los expedientes, pero rápidamente aparece cuando se habla de valor pecuniario.
Todo en esta vida tiene un precio y lo tiene también la justicia. Desde el acta policial se manipula de acuerdo al mejor postor, se direccionan los testigos, se modifica el peritaje, se arreglan las declaraciones y testificales. La justicia es para aquel más rápido, así también que se prepare a desembolsar a quien se le pone en frente. Hoy día sin pudor se solicita dinero para agilizar los trabajo que los funcionarios deben realizar sin ninguna dádiva porque cada uno de ellos tiene salario estatal. Los jueces y fiscales, la mayoría se creen dioses, como si estuviesen en su propia empresa, sin embargo después de alejarse de sus tronos de gloria, vuelven a ser pasilleros como cualquier otro abogado.
No me explico muchas veces, la falta de humanidad en algunos funcionarios que sin compasión posterga el expediente de uno y adelanta de otro y, lo peor es que no se le puede decir nada porque empeora la situación, solamente resta sonreír y abandonar el lugar para regresar al día siguiente con la misma pregunta. Quizás con la insistencia se pueda conseguir alguna vez el finiquito como los demás.
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