Somos personas sensibles...
ROCÍO GALARZA, Periodista.
Muchos la conocen en su faceta de comunicadora social y, principalmente está en todos los hogares alto paranaenses “todas las mañanas” por Canal 8 “Buen día Alto Paraná”. Con su sencillez y predisposición ha conquistado a sus televidentes y, a pedido de sus muchos seguidores, nosotros le dejamos impreso un retazo
de su vida en esta entrevista.
¿Cómo fue tu comienzo en medio de comunicación?
En primer lugar agradezco la nota a la Revista DE PRIMERA MANO que tiene su gran trayectoria, me siento honrada por recordarse de mí. Comencé en el periodismo a los 14 años con un espacio radial de una hora, fue una fecha muy especial e inolvidable, el 24 de febrero "día de la mujer paraguaya". El programa se llamaba "Variedades" incluía música, información, entretenimientos. Ese programa duró un año cuyo espacio fue pagado por mis padres. Tengo gratos recuerdos de cuando trabajaba con la Sra. Susana Ibáñez Rojas a los 16 años, con quien aprendí muchísimo.
¿Qué recuerdas de esa primera experiencia?

Hoy estás en Canal 8 frente a un programa de contenido social…¿Qué es lo que más te conmueve de este trabajo?
Fueron ya tantos casos e historias a lo largo de estos años de conducción. Los que más afectan son los casos de injusticias, los crímenes y los que afectan a los menores de edad como en los casos de niños o niñas violados cuyos presuntos responsable casi siempre salen impunes o si se demuestra la autoría, al poco tiempo salen en libertad con medidas. He visto a muchos niños en

Aunque ven a diario esas atrocidades, ¿mantienen la sensibilidad?
Somos personas sensibles y no nos parece normal esas fatalidades, nosotros también tenemos familias a quienes queremos ver llegar a casa todos los días. Para nosotros no es fácil cubrir un crimen, un accidente de tránsito, un niño golpeado o ultrajado. Anteriormente veíamos esos hechos en los países vecinos o europeos, sin embargo de un tiempo a esta parte nuestro país está llenos de estos casos atroces.
¿Cómo es tu día a día?
Felizmente comienzo muy bien, porque primero que nada recuerdo a Dios al darle gracias por la vida, la familia, la salud. Yo puedo afirmar que nuestra riqueza es grande: la riqueza espiritual y familiar no más grande son los hijos, los padres, los hermanos. No debemos buscar afuera, sino disfrutar de sus compañías, que son el motor de nuestra existencia. Comienzo muy temprano con los míos y después ya en el canal y cuando termina mi jornada laboral a las 16 hs, ya voy camino a casa nuevamente, al encuentro con mi familia y con mi chiquito de 1 año y 10 meses que es Ángel David.
La nota completa, en la edición 99 Junio 2013.
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