Paraguari - Paraguay
Una opción para el turismo interno
Puente colgante.
Luego de asistir a una charla explicativa y recibir las instrucciones de seguridad, la aventura comienza con una caminata por el sinuoso y atractivo Sendero Yvaropy, de 1.700 m de extensión, trazado en su mayor parte siguiendo caminos antiguos utilizados por los primeros habitantes del lugar, con algunas variantes que permiten conocer sitios de extraordinaria belleza que se preservaron a través del tiempo, mediante las leyendas que atribuían a tales lugares el carácter de morada de los duendes (Ybaropy). El sendero sorprenderá a los visitantes de tanto en tanto, llevándonos al encuentro con cristalinos arroyuelos, cautivantes cascadas y encantadoras vistas. Su recorrido exige una buena condición física.
El acceso a la Reserva se encuentra en el "km 72" de la ruta Paraguarí-Piribebuy, en la cima de la cordillera, a 10 km del centro de Paraguarí.
Revista DE PRIMERA MANO, Edición 95 Dic/12
Así como Paraguarí, son casi todas las ciudades pequeñas del Paraguay...las mismas calles, las mismas plazas. Paraguarí era una de las principales paradas que tenía el Ferrocarril paraguayo... capital del departamento de su mismo nombre, constituye una seguidilla de pueblos que eran las estaciones del tren y que actualmente están abandonadas, al paralizarse el transporte ferroviario.
Durante el gobierno de Don Carlos Antonio López este territorio se vio beneficiado con la inauguración del ferrocarril en el año 1854. Una vez finalizada la Guerra de la Triple Alianza, las vías llegaron hasta Villarrica, lo cual generó la fundación de nuevas ciudades como Cerro León, Escobar, Sapucái y Caballero.
La gruta del cerro Santo Tomás, Cristo Redentor, Mbatoví, Hû, Perõ, la iglesia de Santo Tomás, la sede de la Gobernación e innumerables edificaciones antiguas, son la carta de presentación de la capital departamental.
La Eco-reserva Mbatoví es un área protegida privada, preservada por sus propietarios para la protección de la diversidad biológica y los procesos naturales. Constituye la Primera Servidumbre Ambiental del Paraguay, inscrita en la D.G.R.P. El gran valor de la misma radica principalmente en su variedad, su extraordinaria belleza paisajística, su fácil acceso.
Presenta una gran diversidad de ecosistemas en poca extensión de tierra y una excelente vista panorámica, pudiendo apreciarse desde allí hacia el sur el Cerro Santo Tomás, el Cerro Hu y el Cerro Pero, y al oeste el Valle de Pirayú y el Cerro Mbatoví, este último con características escénicas únicas.
Arroyos con aguas sin contaminación, que nacen en el área, forman numerosas cascadas de un encanto singular, en cuyas márgenes existen comunidades de Chachi (Cyathea atrovirens), especie en peligro de extinción, y laderas rocosas cubiertas de helechos, culantrillos y líquenes, con pequeñas cuevas naturales, configurando ambientes de una tranquilidad incomparable, que invitan al descanso y la meditación.
Puente colgante.
En la eco-reserva se puede disfrutar de una serie de actividades exclusivas que se realizan utilizando equipos de seguridad importados y certificados, y con el acompañamiento permanente de instructores altamente entrenados por expertos del exterior.
Constituye la principal atracción que ofrece la Reserva. Consiste en una serie de actividades que se realizan a la altura de la copa de los árboles y en algunos casos por encima.
Luego de asistir a una charla explicativa y recibir las instrucciones de seguridad, la aventura comienza con una caminata por el sinuoso y atractivo Sendero Yvaropy, de 1.700 m de extensión, trazado en su mayor parte siguiendo caminos antiguos utilizados por los primeros habitantes del lugar, con algunas variantes que permiten conocer sitios de extraordinaria belleza que se preservaron a través del tiempo, mediante las leyendas que atribuían a tales lugares el carácter de morada de los duendes (Ybaropy). El sendero sorprenderá a los visitantes de tanto en tanto, llevándonos al encuentro con cristalinos arroyuelos, cautivantes cascadas y encantadoras vistas. Su recorrido exige una buena condición física.
Luego de 10 minutos de caminata, nos encontraremos con el primer desafío de actividades suspendidas en el aire junto al dosel del bosque de la Eco-reserva. Un puente móvil nos invitará a probar el equilibrio y conectar las emociones, para luego pasar a un puente de tres cabos que nos hará olvidar nuestras preocupaciones rutinarias demandando toda la atención.
Tirolesa.
Las sorpresas del Tapé Saingó aún no acaban. Un puente móvil conduce hasta una plataforma de Canopy desde la que los visitantes pueden lanzarse y “volar” a 40 m de altura, encima de un bosque, suspendidos de cabos de acero de 105 m de extensión, disfrutando de una vista maravillosa y una sensación única. Quienes quieran continuar la aventura, podrán disfrutar de un descenso en rapel por una pared rocosa totalmente vertical, de 25 m de altura.
Revista DE PRIMERA MANO, Edición 95 Dic/12
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